jueves, 20 de agosto de 2009

ASIGNACION UNIVERSAL POR HIJO

NI UN PIBE MAS CON HAMBRE

Hacia la universalización de las políticas sociales

Asignación Universal por Hijo

* por David Muratore
ATE- CTA IPEC
equipo de Comunicacion ATE CTA


Si tomamos en cuenta el desempleo y le sumamos lo que en este trabajo se ha considerado como asalariados en estado de vulnerabilidad laboral obtendremos una cifra que no hará más que demostrarnos que el pleno empleo, los derechos sociales que se adquieren en él, es decir, el bienestar que podría lograr la población, está lejos del ideal. Insistimos en que la Argentina tiene estructurada su política social tomando como base al trabajador como sujeto de derechos, los que a la vez son “redistribuidos” a su familia. Esta forma de entender el “bienestar” importado de la Europa meridional ha sido efectivo en un mundo con pleno empleo, con fuerte intervención del Estado, con un concepto de familia distinto al que tenemos hoy, con organizaciones sindicales fuertes, en un contexto no sólo de pleno empleo, sino de guerra fría, lo que hacía que estas corporaciones tuvieran la fuerza de poner en la agenda pública los problemas de la clase trabajadora (de ahí al definición de corporativo), este mundo, como se observa, no se ajusta al nuestro. De las 600.350 personas que conforman la Población Económicamente Activa (PEA) rosarina en el 1er trimestre de 2009, el 10,8 por ciento se encuentran desocupados (se recuerda que la EPH considera desocupados sólo a quienes han buscado trabajo en el último mes), si a esto le sumamos el 39 por ciento de los asalariados en estado de vulnerabilidad laboral (los que no tienen descuentos jubilatorios), que en números alcanzan los 159.063, más los 969 con planes de empleo (esta última parece una cifra demasiado baja, pero es la que dan las estadísticas oficiales), nos encontraremos que 225.047 personas tienen problemas de inserción al mercado laboral, que van desde la falta de empleo, hasta una mala calidad del mismo. Esto implica el 37,4 por ciento de la PEA. Se podrían hacer otros análisis, en los que la cifra de vulnerabilidad laboral podría subir o bajar; lo cierto es que alrededor del 40 por ciento de los rosarinos tienen problemas laborales y no cuentan con los derechos que emanan de esa relación, no cuentan con asignaciones familiares, ni con descuentos jubilatorios; es decir, quedan fuera del armado de políticas sociales, que como ya fue dicho, tienen como sujeto al trabajador en blanco.




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