miércoles, 20 de diciembre de 2006

Políticas Petroleras Actuales

Introducción.

Además de la continuidad del modelo petrolero instalado en los años noventa, existen tres elementos claves para entender la política petrolera del actual gobierno: la creación de Enarsa, la aprobación de un régimen de promoción para la exploración y explotación, y la profundización de la llamada provincialización de los hidrocarburos.

1-Enarsa: ¿inflexión o continuismo?

El 20 de octubre de 2004 se crea, con la sanción de la Ley 25.943, la empresa mixta Energía Argentina Sociedad Anónima. Según dispone dicha ley y el Estatuto de la misma aprobado por el Decreto 1692 del 1 de diciembre de 2004, el capital social de la empresa tendrá la siguiente composición inicial:

Capital Social Inicial: 50 millones de pesos, constituido por 50 millones de acciones de un peso cada una.

53% Estado Nacional. 26,5 millones de acciones ordinarias Clase A. Intransferibles. Derecho a 1 voto por acción. Deberán ser como mínimo un 53 por cieno del capital social.

12% Estado Nacional y Provincias. 6 millones de acciones ordinarias Clase B y C. Se transfieren a los gobiernos provinciales. Un voto por acción. Son como máximo un 12 por ciento del capital social.

35% Sector Privado. 17,5 millones de acciones preferidas patrimoniales Clase D. Se transfieren al sector privado por oferta pública y cotizan en Bolsa. Sin voto. Ningún accionista podrá poseer más del 3 por ciento de las mismas. Pagan un dividendo 5 por ciento mayor a las ordinarias. Tienen preferencia en caso de liquidación de la Sociedad.

La Sociedad tendrá la titularidad sobre la totalidad de permisos de exploración y concesiones de explotación áreas marítimas nacionales que no se encuentren sujetas a permisos de exploración o en concesión a la fecha de entrada en vigencia de la ley.

Esta adjudicación directa a la sociedad anónima Enarsa se hace en violación de la ley de hidrocarburos que establece el mecanismo de concurso para las adjudicaciones. Luego “Enarsa, al asociarse con otras empresas, "cede" la concesión sin licitación alguna y también resigna la calidad de operador.” (CoCePA[1], 2006).

En su artículo primero se establece que Enarsa “...tendrá por objeto llevar a cabo por sí, por intermedio de terceros o asociada a terceros, el estudio, exploración y explotación de los Yacimientos de Hidrocarburos sólidos, líquidos y/o gaseosos, el transporte, el almacenaje, la distribución, la comercialización e industrialización de estos productos y sus derivados directos e indirectos, así como de la prestación del servicio público de transporte y distribución de gas natural, a cuyo efecto podrá elaborarlos, procesarlos, refinarlos, comprarlos, venderlos, permutarlos, importarlos, o exportarlos...”

Este es un elemento importante ya que posibilita la asociación con otras empresas del sector. En caso de una asociación hipotética al 50 por ciento con otra empresa, dado que el sector público sólo posee el 65 por ciento de Enarsa, el gobierno sólo participaría en un 32,5 por ciento del negocio específico. Tanto de este modo, como por medio del mecanismo de “llevar a cabo por intermedio de terceros” se está abriendo la posibilidad de vender la plataforma continental.

En este sentido podemos mencionar los primeros contratos de Enarsa:

El primero se firma en enero de 2006, para la exploración y explotación en la Cuenca Colorado Marina, donde Repsol tendrá una participación del 35 por ciento y será el operador, Enarsa tendrá el 35 por ciento, Petrobras el 20 por ciento y Petrouruguay el 10 por ciento. Como sólo el 65 por ciento de Enarsa es estatal, la participación final del estado será del 22,75 por ciento.

El otro contrato fue firmado en septiembre de 2006, para la exploración y explotación en la Cuenca Austral, entre Repsol, Enarsa y filial local de la estatal chilena Enap, Sipetrol. La participación será del 33,33 por ciento cada empresa y la empresa chilena será la operadora. Por igual motivo que en el otro contrato, el estado sólo tendrá una participación final del 21,45 por ciento.

En ambos contratos la inversión la adelantan las petroleras extranjeras y Enarsa devolverá luego su parte en la etapa de explotación. El estado pone el petróleo y se lleva un 22 por ciento de las ganancias, de lo que descontará su parte en la inversión. Las trasnacionales sólo ponen “el riesgo” y se llevan el 78 por ciento de la renta petrolera de los yacimientos.

Respecto al riesgo de esas áreas, hay especialistas que afirman que en esas zonas YPF realizó tareas exploratorias en las décadas del 70 y del 80 y que se sabe que hay hidrocarburos.

Además los contratos establecen la libre disponibilidad del crudo obtenido, lo que asegura a las trasnacionales la posibilidad de exportarlo directamente y el rol de operador para las empresas extranjeras.

Otro punto importante a mencionar es el hecho de que se cree una sociedad anónima y no una empresa del estado, esto fue sostenido en los debates parlamentarios sobre la base de las ideas neoliberales acerca de la ineficiencia inherente a las empresas estatales, discurso que fuera hegemónico en las políticas de los noventa y que supuestamente el oficialismo pretende combatir. Las dudas se profundizan si tenemos en cuenta las posiciones del actual presidente en la época de la entrega de YPF: “El 23 de septiembre de 1992 el diario Clarín , que tengo sobre mi banca, presentaba una conferencia de prensa ofrecida por Néstor Kirchner en nombre de la OFEPHI; el día anterior da una entrevista con el ministro José Luis Manzano y decía este diario que los integrantes de esa organización, con Kirchner a la cabeza, se habían propuesto hacer lobby para presionar a los legisladores a fin de aprobar la privatización de YPF”, según sostuvo Rodolfo Terragno[2] en el debate del senado donde se aprobó la creación de Enarsa.

Si existiera una vocación seria de retomar la soberanía sobre el petróleo, el gobierno tiene elementos como para hacer de Enarsa una empresa importante ya que, como sostienen desde la Fundación Illia "si se recuperaran las áreas concesionadas a empresas que están violando la Ley de Hidrocarburos vigente, Enarsa contaría con el 90 por ciento de la producción de gas y petróleo. Claro que para eso hace falta la decisión política de hacer cumplir esa ley, enfrentando a las empresas que operan en forma irregular". (Jorge Vilas, 2005).

Sobre la base de los puntos analizados y considerando que el proyecto es demasiado reciente como para una conclusión tajante, lo que se puede concluir es que no existen elementos suficientes como para creer que Enarsa se inscriba dentro de un proyecto político de recuperación de la soberanía sobre los hidrocarburos y la renta petrogasífera, sino que son mayores los elementos que nos llevan a inferir que estamos ante una continuidad en la política petrolera entreguista que caracterizó a los años noventa.


Al final del debate del Senado, con la aprobación de la ley de creación de Enarsa, se produjo un hecho anecdótico interesante. Cuando el Secretario Estrada dio lectura de los Senadores que se abstuvieron en la votación del proyecto, en vez de pronunciar el apellido del Senador Massoni, pronunció -en un acto fallido- el emblemático apellido “Mosconi”. Claro que, como bien lo observó el grupo Moreno en su resumen de la sesión, el General Enrique Mosconi, lamentablemente, no estaba en el Senado.

2-Exenciones impositivas a las petroleras.

El Congreso de la Nación transformó en ley este año con el voto de la bancada oficialista, el proyecto de ley que el presidente Kirchner envió al congreso para subsidiar a

las empresas petroleras con un régimen de promoción para la exploración y explotación de hidrocarburos.

El paquete de beneficios (se difiere IVA y Ganancias, y se exime del pago de Ganancia Mínima Presunta y de los Derechos de Importación) les llega a las empresas del sector en momentos en que la renta petrolera supera los 16.000 millones de dólares anuales, de los cuales éstas se llevan unos 11.000 millones de dólares. Les llega, además, después de 16 años de depredación de estos recursos naturales estratégicos no renovables, que son el Petróleo y el Gas.

Además se les va prorrogar los contratos firmados durante el menemismo, mediante la subdivisión de áreas, siempre que en las nuevas pueda participar ENARSA.

Durante estos años las trasnacionales petroleras no exploraron ni desarrollaron nuevas áreas, como se establece en la Ley de Hidrocarburos, sino que se limitaron a intensificar la explotación de las áreas que YPF les entregó exploradas, desarrolladas y, en muchos casos, en producción. Además, en violación a esa misma ley que establece en un máximo de 5 áreas por empresa, las mismas concentraron gran cantidad de áreas, principalmente la Hispano-Estadounidense Repsol que posee más de 80 áreas.

En la argumentación del proyecto oficialista, la diputada fueguina Rosana Bertone dijo que la participación de ENARSA en las áreas que surjan de la subdivisión, “le permite ingresar en las áreas ya concesionadas a privadas y recuperarlas para el Estado”. Esto es una falacia, principalmente porque esas áreas (y la casi totalidad de áreas) se recuperan para el Estado simplemente con aplicar la Ley de Hidrocarburos, que pena con la caducidad de los contratos a las empresas que no hayan explorado.

Además el texto aprobado no establece que el Estado será socio mayoritario de esos negocios, sino por el contrario se menciona la libertad de Enarsa de renunciar al derecho a participar de los mismos. El ejemplo de los negocios exploratorios en los que ENARSA viene participando es claro: los privados son mayoritarios y son los operadores de las áreas.

De modo que lo que el presidente Kirchner o el Congreso deberían hacer si realmente quieren recuperar la soberanía sobre el Petróleo, el Gas y la gran renta que su explotación genera, es anular los ilegales decretos menemistas con los que se transfirieron las áreas al sector privado y reestatizar YPF y Gas del Estado. La lógica para salir de la crisis generada por el entreguismo es revertirlo, nunca profundizarlo.

3-Provincialización del subsuelo.

Sobre la base de un acuerdo firmado entre los gobernadores de la Ofephi y el ministro de planificación Julio De Vido, se promulgó una modificación a la Ley de Hidrocarburos que profundiza la política de provincialización de las riquezas hidrocarburíferas del subsuelo argentino, política impulsada a principios de los noventa por Néstor Kirchner, cuando presidía esa organización que nucléa a los gobernadores de las provincias petroleras.

En el acto, encabezado por Nestor Kirchner en Casa de Gobierno, se anunció la conformación de una comisión para el traspaso de las áreas y se decidió el envío al congreso de un proyecto de ley para transferir las áreas. Según señaló De Vido, “al final de las concesiones de las áreas petroleras, las provincias podrán reconcesionarias para provecho de sus poblaciones”.

Con la Ley 24.145 de Federalización del Subsuelo y Privatización de YPF, se había dispuesto que una Comisión de Provincialización de Hidrocarburos debía presentar al Poder Ejecutivo un proyecto modificatorio de la Ley de Hidrocarburos antes del 31 de diciembre de 1992. La Comisión nunca se constituyó y la transferencia no fue posible. De modo que el artículo primero de la Ley de Hidrocarburos continuó vigente, estableciendo que los mismos “pertenecen al patrimonio inalienable e imprescriptible del Estado Nacional.”

El acuerdo entre el Ejecutivo y la Ofephi consistió en el proyecto que el congreso transformó en ley, de modificación del artículo primero de la Ley de Hidrocarburos, de modo que esas diez provincias reciben, además de la propiedad originaria del subsuelo, la propiedad útil o jurisdiccional. Se conoce el proyecto como “ley corta” y fue aprobado en el congreso en los meses de noviembre y de diciembre.

De este modo serán los gobernadores de esas provincias quienes concesionen una riqueza que es de todos los argentinos.

Esta política tiene sus antecedentes en la década del veinte cuando las oligarquías de las provincias petroleras se opusieron a la nacionalización del petróleo argentino y al desarrollo de YPF, y conspiraron contra el gobierno constitucional de Irigoyen. Los senadores de esas provincias querían la provincialización, para facilitar la entrega del recurso nacional a la Shell y a la Standar Oil.

Recordemos además que en el año 2003 el presidente Kirchner y el ministro De Vido firmaron un decreto que permite a las provincias licitar áreas petroleras nuevas y/o secundarias.

De este modo se profundiza la política petrolera de desnacionalización que caracterizó al menemismo y se completa el negocio con el que Menem compró su reelección: el artículo 124 de la Carta Magna, por el que le corresponde a las provincias "el dominio originario de los recursos naturales existentes en sus territorios" aprobado en la reforma del 94. Además, dado la gran dependencia hidrocarburífera de la matriz energética argentina, esto significa en los hechos la renuncia directa por parte del Estado Nacional a cualquier posibilidad de desarrollar y conducir una política energética nacional.

Conclusión

Estos tres ejes de la política petrolera actual: entrega de la plataforma continental por medio de Enarsa, privilegios impositivos a las petroleras y la entrega de las reservas de hidrocarburos a las provincias petroleras; sumados a la continuidad de políticas características de los años noventa como ser: falta de control del accionar de las petroleras en materia de producción, inversiones, cuidado del medio ambiente; aceptación de permisos y concesiones que violan la Ley de Hidrocarburos, a favor de las petroleras; y libertad de exportación de crudo, derivados y gas; nos permiten concluir que la políticas petroleras estreguistas de los noventa continúan y se profundizan con el actual gobierno.

Esto se da en un contexto latinoamericano más favorable a políticas energéticas soberanas, como lo demuestran principalmente Venezuela, Bolivia y Ecuador; donde los gobiernos han retomado el control sobre los recursos hidrocarburíferos y la renta petrogasífera, orientando su uso al servicio del desarrollo social y cultural de sus propios pueblos.



[1] Comisión Nacional para la conmemoración del Centenario del descubrimiento del Petróleo Argentino, integrada por miembros del Grupo Moreno, de la Fundación A. Illia, de FeTERA, de la CTA, del CEDEN, del IADE y numerosas personalidades de los ámbitos académico, social y político de nuestro país.

[2] Entre fantasmas a veces se pisan la sábana: Terragno en el año 1988 había intentado sin éxito la privatización de YPF mediante el Petroplán, instancia en la que había representado los intereses de la Shell y de la Cámara de la Industria del Petróleo, al impulsar el plan privatista presentado por el presidente de las mismas, J. Schraven.

Diego A. Kofman
diciembre 2006

lunes, 18 de diciembre de 2006

salud y trabajo

Instituto de Estudios y Formacion (IEF/CTA Rosario)

Rosario, 16 de octubre de 2006

POBREZA, MERCADO DE TRABAJO Y SALUD

Maria Alejandra Silva

1. Introducción

El objetivo del presente escrito pretende aportar al estudio del nuevo fenómeno: la pobreza con empleo en el ámbito urbano.

La pobreza urbana es un fenómeno social, económico, ambiental, político y cultural con incidencia territorial, entre cuyos principales factores generadores se ubica el funcionamiento excluyente del Mercado de trabajo, en tanto instancia básica de inscripción en la estructura social, y la retracción y carácter de la acción social del Estado. Las dinámicas excluyentes en el Mercado de trabajo son un factor principal en la génesis de la pobreza estructural, de la nueva pobreza y de la desigualdad (Cariola, 2002). El deterioro de la condición salarial (desempleo, mas reducción de los salarios, mas quebrantamiento de las condiciones de trabajo, mas amenazas de despido) esta en el origen de la actual pobreza y niveles de exclusión social (Rodríguez Enríquez, 2001).

En la Argentina ha cambiando el panorama de la pobreza urbana, la cual aumento en términos cuantitativos, haciéndose más heterogénea y compleja a la vez. Ya nos se trata de “enclaves de marginalidad ecológica” (Micieli, 2004). Mientras que los viejos pobres viven en barrios reconocibles pro todos, los nuevos pobres no. Es una pobreza privada, de puertas adentro. Esta dispersión transforma la nueva pobreza en una pobreza invisible, ausente de la agenda publica. (Minujin y Kessler, 1995).

A pesar de haber crecido la economía, la pobreza sigue siendo preocupante. Mientras el PBI per capita es un 6% suprior al maximo nivel registrado en la decada pasada (1998), la pobreza es todavia 2,6 puntos porcentuales mas alta que en el primer semestre de 1998. (IDESA, 2006) . Asimismo el salario pierde su capacidad adquisitiva en el 2001 pero aun hoy no lo recupera. Esto es importante porque, durante los noventa, los niveles de pobreza promediaban el 24 %, y era un fenómeno vinculado fundamentalmente con el salto de la desocupación. Hoy, en cambio, la pobreza es un problema de los ocupados, y en negro. [1]

La Argentina tiene mayores niveles de actividad económica que en el año 98, pero cuenta con una tasa de desocupación superior a la que existía en aquel momento. En el 98, la desocupación estaba en el orden del 11 por ciento. Hoy, incluyendo, a los que perciben planes, la Argentina está en el orden del 13 por ciento. Y el ingreso promedio de los argentinos actualmente es inferior al que había entonces: está un 25 por ciento por debajo de aquel momento. Hay otra relación muy importante, que ha cambiado y es muy determinante: la relación entre el ingreso promedio y el nivel necesario para que un hogar tipo no sea pobre. En la Argentina actual, el ingreso promedio está aproximadamente 10 puntos por debajo de lo que necesita un hogar para ser pobre. En el 98, el ingreso promedio estaba 34 por ciento por encima de lo que necesitaba un hogar para no ser pobre. En aquel momento había 10 millones de pobres, hoy existen 15 millones.[2] Se refleja en materia habitacional, pues el 30% de los pobres carece de vivienda (IDESA, 2006).

En Argentina, como consecuencia de las estrategias de desregulación, privatización y apertura económica de los últimos años, también se han producido importantes cambios en los mercados laborales. Los años 90 terminan consagrando un nuevo modelo de acumulación ligado al capital financiero internacional que requiere de un proceso más flexible de producción y laboral mediante nuevas modalidades de contratación. Esta modalidad no solo alcanza a los trabajadores del sector privado, sino que también se extiende a los empleados públicos que hasta el momento gozaban de un trabajo estable y protegido. Esta de desprotección social se volvió un fenómeno ubicuo, que afecta a ocupados y desocupados, a trabajadores de todas las categorías ocupacionales y niveles de ingreso, que se desempeñan en unidades productivas de cualquier tipo y tamaño, en los más diversos sectores, e incluso en la administración publica (Pellegrini, 2001).

En suma, lo que ha sucedido es la perdida de centralidad de una “sociedad salarial”, tal como la define Castel. En ella, el individuo necesita de un conjunto de “soportes”, de recursos y de regulaciones colectivas, que garanticen tanto su supervivencia material como su integración social. (Castel, 1997). La misma va acompañada de mayor vulnerabilidad social, al decir de Castel. Mientras que la zona de integración se caracteriza por una asociación entre trabajo estable y sólida inserción en las redes de sociabilidad, la vulnerabilidad conjuga “la precariedad del trabajo y la fragilidad de los soportes de proximidad”, siendo estos últimos los que constituyen la protección “que cubre a un individuo ante los riesgos de la existencia”. La precarización del trabajo “permite comprender los procesos que nutren la vulnerabilidad social” y en última instancia conducen a la desafiliación. La gravedad de la cuestión viene dada por el hecho de que la precarización del trabajo es un proceso central en la evolución del capitalismo moderno, que puede alcanzar a casi cualquier persona, por más protegida que ésta pudiera parecer a priori (Golovanevsky, 2001). En este sentido, “los excluidos suelen ser vulnerables que hacían equilibrio sobre la cuerda floja, y que cayeron” (Castel, 1997).

El sociologo frances Robert Castel distingue lo que denomina tres puntos de cristalización de esta cuestión. “En primer lugar, la desestabilización de los estables. Una parte de la clase obrera integrada y de los asalariados de la pequeña clase media corre el peligro de caer. En segundo lugar, “la instalación de la precariedad”. “Toda una población -sobre todo de jóvenes- parece relativamente empleable para tareas de corta duración, de algunas meses o semanas”. Son grupos sin ninguna certidumbre del mañana. En tercer lugar, “la precarización del empleo y el aumento del desempleo constituyen sin duda la manifestación de un déficit de lugares ocupables en la estructura social, si entendemos por lugar una posición con utilidad social y reconocimiento público. Reaparecen así los inútiles para el mundo, dado que la misma los descalifica también en el plano cívico y político. (Golovanevsky, 2001)

Asimismo, "la zona de vulnerabilidad" significa con respecto al trabajo, la precariedad del empleo y con respecto a la sociabilidad, la fragilidad de los "soportes" proporcionados por la familia y el entorno social. Cuanto más se dilata esta zona de vulnerabilidad, es mayor el riesgo de ruptura que conduce a la "muerte social" (Castel, 1995). Pues el "soporte relacional", al igual que la protección social, juegan un papel determinante en la posición que asume cada individuo dentro de la estructura social. En suma, en la "sociedad salarial" el individuo ya no queda librado sólo ante el riesgo de no poder estabilizar su presente y su futuro (como lo estaba en el momento de la revolución industrial) y sí en cambio se encuentra respaldado por un conjunto de protecciones dentro y fuera del espacio del trabajo, pues posee un salario y una seguridad social en materia de salud, de vivienda, de jubilación, etc.. (Zipcioglu, 2004)

Si bien la noción de vulnerabilidad está emparentada con la de pobreza, no es sinónimo de la misma, porque el concepto de pobreza tiene carácter estático y unidimensional. (CELADE, 2002) .

Esta precariedad laboral impacta en los salarios y aumenta las inequidades sociales. La brecha entre los salarios formales e informales, medida como porcentaje de plus salarial recibido por el trabajador formal respecto al informal por igual carga horaria y actividad, aumenta como tendencia desde el año 1994, siendo hoy la segunda mas alta después de junio de 2004. En el primer trimestre del año 2006, esa brecha alcanza el 63,1 por ciento (los empleados en negro ganaban un 63 por ciento menos que sus pares en blanco.(Lozano, 2006) Según otro diputado nacional, recientemente los salarios no registrados subieron el 4,06% frente al 1,46% de los registrados (en comparación con diciembre de 2005), pero ese aumento, aunque auspicioso, aún resulta insuficiente al entrar en juego otro factor: la inflación .[3]

Cabe resaltar que por esta razón, también se ven afectados la salud y la jubilación.

En cuanto al primer aspecto, el funcionamiento excluyente del mercado de trabajo a través del desempleo, la precarización y el deterioro de las condiciones de empleo, el retroceso del trabajo asalariado y el avance de la informalidad asociada a la sobrevivencia, afecta las condiciones materiales de reproducción, no solamente a través de la caída de los ingresos reales, sino también por reducir la adscripción a la seguridad social y ala protección de la salud. (Calderón y Smukler, 1997; PNUD, 1998). Esto se suma al hecho que “el trabajo es uno de los determinantes principales del proceso de salud-enfermedad colectivo, porque nos ubica en el encuentro entre lo natural y lo social..., es el proceso mediante el cual el hombre entra en contacto con la naturaleza transformándola y transformándose a sí mismo[4].

En cuanto a la jubilación cabe señalar que en 1975, la fuerza laboral argentina tenía un empleo asalariado del 58%. Luego de treinta años, hoy ese registro alcanza el 30%. El “talón de Aquiles” del sistema previsional argentino s su baja cobertura. El más importante determinante de la baja cobertura es la masiva presencia de empleo no registrado o empleo “en negro”. (IDESA, 2003). Correlativamente, la proporción de la fuerza de trabajo cotizante a la previsión social se redujo entre 1994 y 2001 del 49,7% al 37,1%, y la población de 65 años y más cubierta del 76,5% al 67,8%. [5]

Este hecho se inscribe en el marco de las reformas estructurales de corte neoliberal durante los primeros años de la década pasada, que siguen vigentes. El sistema previsional argentino ha pasado por la semi privatización impuesta desde 1994, cuando se creó el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) y la administración mixta de los aportes previsionales por parte de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) y el Estado, con la sanción de la Ley 24.241 (García, 2006)

Estas dimensiones del problema son vitales porque el empleo y el ingreso son dimensiones esenciales de la ciudadanía (Cariola, 2002) En esa misma senda, afirmamos que una situación donde el límite difuso entre la vulnerabilidad y la exclusión social ponen en jaque el principio de ciudadanía social erosionando las bases de la sociedad democrática lo cual a su vez pone en peligro la estabilidad y la cohesión social. (Zipcioglu, 2004).

2. ESTADO DEL DEBATE

2.a. Las mediciones de la pobreza: verdades y mentiras

Uno de los problemas más importantes a resolver es el de la manera de medir la pobreza. No obstante cabe señalar que el fondo de la cuestión en realidad radica en la dicotomía económica entre “crecimiento” y “desarrollo”, porque las respuestas señalan causas e indicadores diferentes. El primer grupo el problema radica en mejorar los indicadores económicos de crecimiento de la producción de bienes, medido a través del PBI interno traería aparejado por sí solo mayor bienestar y crecientes oportunidades. De esta forma el PBI per capita se convirtió casi en la única medida de desarrollo. El otro enfoque, hizo hincapié en los problemas de la distribución, la necesidad y la equidad. (Sanahuja, 1998)

Amayrta Sen señala los alcances y las limitaciones del método estándar, haciendo hincapié en las diferencias entre “el método directo” que solo puede señalar la brecha entre cada tipo de necesidad y “el método del ingreso” que establece una escala de distancia numérica respecto a la línea de la pobreza. También compara la privación absoluta (objetiva) y la privación relativa (sentido subjetivo). Todas las disidencias radican en la forma de interpretar el concepto de satisfacción de las necesidades básicas en los países., lo cual a conducido a definir un nuevo indicador: el desarrollo humano. Se ofrece un indicador alternativo para medir, evaluar y comparar grupos y países denominado índice de desarrollo humano (IDH), que se calcula a partir de indicadores parciales que reflejan la longevidad, la educación y el ingreso real per capita.

También se incorporan los aportes de Manfred Max-Neef y Else Oyen. El primero propone una reinterpretación del concepto de pobreza a partir de una diferencia entre necesidades y satisfactores. El segundo sustituye el concepto de “causa” de la pobreza por el de “producción”, que permite ir mas allá de la neutralidad e identificar actores o “perpetradores” (individuos, grupos, instituciones, practicas).

Existe otro enfoque que diferencia la pobreza de la exclusión, porque “este ultimo va mas allá de los aspectos económicos y sociales de la pobreza e incluye los aspectos políticos tales como derechos políticos y ciudadanía que remarcan la relación entre los individuos y el Estado, así como entre la sociedad y los individuos” (Bhalla y Lapeyre, 1994). Se propone este nuevo enfoque porque se constata la insuficiencia en la “lucha contra la pobreza”, focalizada en esta temática sin ninguna consideración respecto a los problemas distributivos y su contracara: la extrema riqueza. Esto lleva a que los programas sociales sean básicamente asistencialistas, que no conducen a un fortalecimiento de la ciudadanía. (Minujin, 1998). La inclusión / exclusión política está directamente ligada con lo que puede denominarse ciudadanía formal y con la participación o no como ciudadanos en la marcha de la sociedad. La inclusión económica y la social están relacionadas con la participación en la vida colectiva y pueden distinguirse dos ejes. Por un lado, el que se refiere al empleo y la protección social, fuertemente determinado por la estructura económica, y que da lugar a la inclusión / exclusión económica. Por otro lado, el que toma en cuenta las interrelaciones individuales y colectivas en el contexto de lo que se ha denominado el capital social y que demarca la inclusión social. (Minujin, 1999)

La estructura de la inclusión económica está estrechamente relacionada con la de inclusión social, la cual considera aspectos pertinentes al capital social de la familia y de la comunidad, la cobertura de salud, educación, seguridad social y el ingreso familiar, entre otros. (Golovanevsky, 2001)

La amplitud del concepto de exclusión ha llevado a que su uso abarque situaciones muy disímiles, por eso aparece la utilidad de la noción de vulnerabilidad permite acentuar también la noción de proceso y de dinámica (Minujin, 1999)

3. POBREZA Y SALUD

Al igual que l@s participantes del I Fórum Internacional por la Defensa de la Salud de los Pueblos del 2002, se considera que “La salud es un derecho humano y parte fundamental del derecho a la vida, así como un deber del estado. La salud es un derecho en sí mismo y no un medio para promover el mal llamado capital humano. La salud es un proceso integral que pasa por condiciones de vida digna, empleo saludable y en condiciones adecuadas, acceso a servicios básicos como agua de calidad, por educación para desarrollar ciudadanía, alimentación adecuada, medioambiente saludable, sin violencia y servicios de atención de salud accesibles y de calidad en todos los niveles”.

Cabe resaltar que existe una marcada vinculación con las condiciones de vida. En ese sentido, existen estudios en Escocia que indican que la mortalidad se diferencia según las condiciones de vida en los grupos extremos estudiados, de tal modo que: “los contrastes de mortalidad se extienden a toda la vida del adulto y los excesos en estas muertes tempranas son mayores en las edades productivas de 25 a 54 años: el riesgo de morir es 2,5 veces mayor en las poblaciones que viven en condiciones más adversas.”(Behm Rosas, 1999)

4. EL MERCADO DE TRABAJO

Cabe señalar que hasta la década de los noventa el trabajo en negro constituía un porcentaje que nuca superaba el 30 por ciento mientras que en los primeros años del 2000 llego a superar el 50% de la mano de obra ocupada, constituyendo un problema que afecta a al sociedad toda (con y sin empleo), y en particular al Estado y los sindicatos. El fenómeno se ha agudizado, y durante el pri mer trimestre del 2005, el 51,5% de los asalariados – unos 5.300.000. trabajadores aproximadamente- no están registrados por las empresas donde trabajan. Estas cifras no incluyen el trabajo parcialmente registrado, aquel en que una parte del salario se paga en blanco y el resto en negro (el denominado salario “en gris” ) o se registra al trabajador con menores horas que efectivamente trabaja (CGTRA, 2005).

Las cifras la Dirección Nacional de Relaciones del Trabajo (MTEFRH) reflejan un crecimiento del porcentaje de asalariados sin descuento jubilatorio en todos los sectores, pero en la administración publica se pasa de un 6,1 % de asalariados sin descuento jubilatorio en 1995 a un 11,8% en 2000. (Silva, 2001). Sin embargo también se ve, que se agravara luego de la crisis del 2001, a tal punto que en el 2003 sobre una fuerza de trabajo urbana de 14.798.035 personas, ese observan los siguientes niveles de precarización: 4.080.429 son asalariados no registrados, 2.910.220 son cuentapropistas y 2.07.821 son desocupados (Lozano, 2004.). Actualmente, sobre una fuerza de trabajo urbana de 15.835.436 personas, el 60,2 por ciento revela distintos niveles de precarización. Así, 4.847.252 son asalariados no registrados, 2.652.440 son cuentapropistas de subsistencia y 1.872.486 son desocupados [6].

Este hecho es altamente preocupante por su impacto en la salud de la población y en la cobertura de la seguridad social. A los 3 años de implementación en Argentina, la cobertura cae del 63 en 1994 al 52 % en 1997 (48 % de no cotizantes) (Silva, 2001)

4.a El incremento salarial: ¿cubre las necesidades básicas?

Un antecedente importante sobre el nivel de precios y los salarios de activos y pasivos desde 1975 hasta 1993 lo realizan Alberto Minujin y Gabriel Kessler, a partir de analizar la salud, la educación y algunos bienes como: media docena de facturas, 100 gramos de jamón curdo, un litro de leche, la aplicación de una inyección.

Esta brecha se agrava luego de la crisis del 2001 que sufre modificaciones tan drásticas como ningún país de América Latina. Así lo señala Gasparin cuando afirma que el ingreso promedio de una persona en el decil más rico de Argentina en junio de 2003 es alrededor de 40 (cuarenta) veces superior al ingreso promedio de una persona en el decil más pobre. Existen muy pocas economías en el mundo con cambios distributivos semejantes.[7]

En esa misma senda, se inscriben las opiniones vertidas por A. Melo que indica: “en el nuevo periodo postdevaluatorio, sobresale el estrechamiento de los segmentos medios vía el aumento notable de la pobreza e ingresos, producto combinado del desempleo, la caída salarial y el aumento del costo de la canasta de bienes y servicios”. [8](Silva, 2005)

Un estudio siginificativo es el de IEF/CTA indica que la estadísticas pueden manipularse discrecionalmente a fin de disminuir la magnitud del problema del salario. En ese sentido lo que se suele hacer habitualmente es comparar el salario con e índice de precio del consumidor (IPC), porque la evolución que registra el mismo es significativamente menor a los de la Canasta Básica de Alimentos y Canasta Básica total[9]. Cabe señalar que la Canasta básica alimentaria (CBA) incluye lo que la familia tipo gasta solo para comer, mientras que la canasta básica total (CBT) también incluye bienes y servicios como transporte, educación, salud y vestimenta.

Esto se observa claramente en el siguiente cuadro:

Cuadro Nº 1: Formas de calcular la caída del salario real en Argentina 2001-2003

Caída del Salario real

17, 5% menor a diciembre 2001 (IPC)

22,3 % menor a diciembre de 2001 (CBA y CBT)

Caída Salario Trabajadores Registrados

7,4% inferior

12,84% inferior

Caída Salario Trabajadores No Registrados

28,6% inferior

+ del 40% inferior

Caída Salario Trabajadores Estatales

27,2% inferior

+ del 30% inferior

Fuente: Elaboración propia sobre la base de IEF/CTA (2004), Informe sobre empleo regular, ilegal o clandestino,

En dicho cuadro se constata que existe una marcada diferencia entre ambos parámetros que siempre perjudica a los empleados públicos, pues mientras los salarios de los trabajadores registrados son un 22,3% inferiores a los del 2001, los de los trabajadores estatales son + de 30% inferiores.

Según los propios sindicalistas este hecho continúa existiendo, pues mientras SOMISA tiene 2.300 personas efectivas, posee 8.000 contratistas. Algo similar sucede con ACINDAR que tiene 1.400 trabajadores de la empresa y otros 1.500 contratistas con una diferencia salarial del 60% producto de la situación de diferenciación y fragmentación instalada en los últimos 10 y 15 años en la Argentina. Esto es de tal forma que hay empresas del sector que antes tenían un solo convenio colectivo, ahora tienen 4 (cuatro) convenios (Paulon, 2006).

En el sector publico también fue abordado en un reciente trabajo presentado en el 7mo Congreso Nacional de Estudios del Trabajo. Dichas autoras evidenciaron que el Sector Privado Registrado (que representa el 35% de los ocupados) mantiene el salario real de diciembre de 2001, mientras que el Sector Privado No Registrado y el Sector Público (que en conjunto representan el 60% restante) sufrieron una caída del salario real cercana al 28%.(Buchner y Olivera, 2005).

5. LA SALUD DE LOS TRABAJADORES POBRES

En cuanto al tema salud cabe señalar que ni la enfermedad ni la salud pueden definirse con precisión ni medirse en forma absoluta, en una escala de valores numéricos. Lo biológico está sometido permanentemente al influjo de lo social, lo económico. Interpretar tasas que representan promedios de una población cuyos grupos componentes no están sometidos a los mismos riesgos de enfermar y de morir, hace que no representen precisamente la realidad, cuando las presentamos por diversas categorías, ahí aparecen diferencias. Entendiendo que:

Los problemas de salud pueden ser analizados y explicados desde distintos niveles: general (la sociedad en general, global (“el ámbito de las políticas y planes de salud”), particular (“variaciones entre grupos sociales en una misma sociedad y en un mismo momento dado”), espacio fundamental que articula el nivel de lo general y el de lo singular: nivel donde se manifiestan, sobre el cuerpo de los individuos, los procesos biológicos y sociales determinados en los niveles anteriores; este se define como “variaciones entre individuos o grupos de población por atributos individuales”. (Castellanos, 1999).

De allí que “las formas concretas de consumir la fuerza de trabajo en el proceso laboral, junto a los patrones de consumo de bienes y servicios, originan los patrones de desgaste de los trabajadores y las formas de enfermar y morir, que se expresan en patrones de morbi-mortalidad ". [10]

Según la OIT, más de dos millones de trabajadores mueren cada año en el mundo allí donde fueron a buscar un salario y que el trabajo es el indicador más importante de desigualdad ante la enfermedad y la muerte. Las autoridades sanitarias ocultan que las condiciones de trabajo determinan las condiciones de vida y que el tiempo de trabajo determina el resto de tiempos de la existencia humana. (Carcoba, 2006). Este ocultamiento se observa en la Argentina donde los registros son insuficientes para los trabajadores cubiertos por la ley, y se agrava para los no registrados, migrantes ilegales y los empleados del sector publico autoasegurados.

Este hecho es preocupante si se analiza la salud de los trabajadores no registrados o en negro, pues por una lado existen estudios que indican que son los que más sufren accidentes laborales. Se constató que la incidencia de accidentes de trabajo por 1000 trabajadores asalariados en el colectivo de trabajadores temporales es casi 2 veces superior a la de los trabajadores fijos, lo que se mantiene en los distintos niveles de gravedad. [11]

Se puede afirmar que: “La pobreza y el mal estado de salud están íntimamente ligados. Esto puede verse en el ámbito de cada país (desarrollado o no) y entre países. Los pobres mueren antes y tienen mayores niveles de morbilidad. Las causas para esto son múltiples: malas condiciones de vida incluyendo vivienda y alimentación, mala infraestructura disponible (agua potable, tratamiento de las excretas), pobre o ninguna accesibilidad a servicios sanitarios de calidad. (Rodríguez, 2005) .

Kessler y Minujin se refiereron al empobrecimiento y la salud indicando los nuevos riesgos y las nuevas dolencias padecidas por los “pobres invisibles”. Indican que en algunos casos, si bien no han perdido la cobertura, la falta de dinero los va llevando a que por una u otra razón restrinjan las visitas a los médicos, los controles, chequeos de rutina, etc. Asimismo, empobrecerse implica un sufrimiento y un estrés enorme, debido a la presión constante y creciente a lo largo de años, el temor a la perdida del trabajo, la incertidumbre por el futuro inmediato, el aumento de las horas de trabajo o la doble, triple ocupación. Sin duda, se producirá un deterioro psíquico y físico.

9.BIBLIOGRAFÍA

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[2] Lozano, C. (2006), Solo para empleados en blanco, Nota de tapa Diario Clarín, Domingo 6 de agosto.

[3] Neri, Aldo (2006), A pesar del fuerte incremento de la actividad económica y de la caída del desempleo, las diferencias sociales crecen junto con el PBI , Por Mercedes García Bartelt
De la Redacción de LA NACION, Reproducido en http://www2.uca.edu.ar/esp/sec-investigacion/esp/subs-observatorio/docs-prensa/articulos/06-03-12-la-nacion.doc.

[4]Franco Agudelo, Saúl. La salud y el trabajo. En: Cuadernos Médico-Sociales. Nro 35, Rosario, 1.988.

[5] Galin, P. (2006), Desregular por la fuerza, Le Monde Diplomatique, Julio, pp. 6 y 7.

[6] Ibidem, Lozano 2006.

[7] Campanario, Buenos Aires, 2003:3.

[8] Bermúdez, I , Mas de nueve millones de pobres provienen de familias de clase media, Diario Clarín, Buenos Aires, 31 de octubre de 2004, pp..16.

[9] Entre diciembre de 2001 y diciembre de 2003 la evolución que registran los precios al consumidor es menor (46,11%) que la canasta básica alimentaria (74,93%) y la canasta básica total (55,11%).

[10]Laurell, Cristina. La construcción teórico-metodológicas de la investigación sobre la salud de los trabajadores, mímeo presentado en el Curso de Postgrado de Ciencias del Trabajo y Salud, Rosario, Facultad de Psicología de la U.N.R. 1.994.

[11] (Boix Pere y Enrique Orts, 1997)

jueves, 14 de diciembre de 2006

salud y trabajo

MEDICINA Y SOCIEDAD -Vol. 23 - N°3 -Julio - Septiembre 2000 - 147

precariedad y salud en los obreros de la construcción ¿saldos de final de milenio?*

poor work and health conditions for the construction workers the remains of the end of millenium?

maría alejandra silva**

resumen

La investigación se llevó a cabo sobre la base de dos estudios de caso de Rosario en el período 1997-1999: una empresa dedicada a la construcción de edificios y la otra, a diversas obras de infraestructura.

El objetivo fue aplicar el conocimiento de las ciencias sociales para interpretar los determinantes del proceso de salud-enfermedad; y precisar las representaciones y prácticas de la salud que construyen los trabajadores.

La metodología fue cuali-cuantitativa. El relevamiento de este sector se apoya a nivel contextual en da­tos secundarios (censos y entrevistas al sindicato y la cámara empresario). No obstante, es altamente de­ficitaria, debido a la inclusión de un alto porcentaje de "trabajo en negro ".

En las visitas a obras verificarnos que los trabajadores jóvenes de 25 a 29 oños con menos de un año en el cargo fueron los más afectados de patologías ligadas al trabajo y accidentes laborales. Paradójica­mente, tuvimos enormes dificultades en la obtención de respuestas de los trabajadores tendientes a noti­ficar: riesgos del trabajo, cansancio, dolores, molestias, consultas módicas y enfermedades. Estos traba­jadores son un desafio para la práctica médica.

Palabras clave: condiciones de trabajo, riesgos del trabajo, accidentes laborales, higiene y seguridad, precarización, carga laboral, práctica médica.

SVMMARY

The research was carried oul on ihe base of lwo case slndíes ¡n Rosario (1997/1999): A company dedicated only lo the construcüon ofbuildings and anotherone dedicaíed lo infraestructure work.

The aim was to apply the knowledge from the Social Sciences in order to interpret the determinants in the health-disease process and to state the health symboli~at¡ons andpractices built up by the workers.

The methodology usedwas quali-quantilative. In a conlexlual leve/, the survey ofthis sector is supported by secondary data (census and interviews to the Trade Union and the Employers Association). However, the inclusión of a high raíe of "work cash in hand" makes it highly defident.

When we visited the workplace, we verified that young workers (25 to 29 years oíd) with less than one

* Este artículo resume los resultados de la investigación llevada adelante como Becaria de Iniciación del CONICET en la Universidad Nacional de Rosario, bajo la dirección de la Lie. Marta Elba Panaia. Una primera versión del do­cumento se presentó en las III Jornadas Nacionales de Debate Interdisciplinano en Salud y Población, Facultad de Ciencias Sociales,UBA, Buenos Aires, 8-10 de setiembre de 1999.

** Licenciada en Ciencia Política, Profesora Adjunta de la Cátedra de Medicina v Sociedad de la Facultad de Medi­cina de la UNR, Becaria de Perfeccionamiento del CONICET.

Italia 1356 Opto "6" (S2000DFB) Rosario (Santa Fe). Te./Fax: (0341) 448-4048. E-mail: msilva@fmedic.unr.edu.ar Trabajo recibido en Abril de 2000

148-MEDICINA Y SOCIEDAD - Vol. 23 - N°3 - Julio - Septiembre 2000

year of service mostly suffered from work-related diseases and industrial accidents. Paradoxically, we faced great difficulties when we tried to get some answers which may account for: tireness, pains, bother, medical consultations and diseases. These workers are a challenge for the health practise.

Key Words: condicions of work, risk of works, labors accidenls, hygiene and security, wear work conditions, health symbolizations and practices, health practise.

introducción

Los estudios argentinos de la salud de los trabajadores suelen estar basados en la orienta­ción teórica más tradicional, caracterizada por un enfoque restringido a las enfermedades profesionales1'1', la negación de las enfermeda­des que se producen en la población laboral es­pecífica y el encubrimiento de las adicciones -en especial el alcoholismo-, como también los accidentes laborales en todas las ramas; particularmente en la construcción.

Este hecho no sólo es preocupante en térmi­nos humanos sino también en términos econó­micos, pues tiene un costo enorme para el sis­tema de salud público, el privado y para la se­guridad social"". Además, trae aparejado la pérdida de producción de bienes y servicios, el costo del daño a la propiedad, el costo del tra­tamiento médico, la reducción de la produc­ción, las pérdidas por muerte y la pérdida de producción por lesiones(c).

En el caso de la construcción la situación se vuelve más compleja porque, entre la idea y la realización de un proyecto, existen numerosos riesgos: materiales (toxicidad, fragilidad, etc.); útiles (complejidad de empleo, estabilidad,

etc.); de energía (presión, falta de visibilidad, etc.); con los trabajadores (preparación para el trabajo, adaptabilidad al puesto, miedo al va­cío, etc.); y con respecto al modo de operar"1. Si bien esos riesgos no pueden eliminarse, pue­den llegar a disminuir mediante el conocimien­to de los mismos por todos los participantes en el proyecto, la organización y la ejecución.

Por eso nos proponemos: aplicar el conoci­miento de las ciencias sociales para interpretar las condiciones de trabajo y los determinantes del proceso de salud-enfermedad en la cons­trucción; precisar las representaciones y prác­ticas de la salud que construyen los trabajado­res; y determinar los modelos de prevención

vigentes.

Nos preguntamos, fundamentalmente, cuá­les son las causas de los perfiles de enfermeda­des y accidentes laborales relacionadas con el trabajo característicos de la obra en construc­ción; y cuáles son las representaciones y prác­ticas de los trabajadores sobre los riesgos en el trabajo, la carga laboral, los accidentes y las enfermedades.

(a) En un estudio en 13 sectores productivos de Argentina se comprobó que "el ocultamiento de la patología del tra­bajo pudo observarse en todas las ramas industriales...". Rodríguez CA: Salud y Trabajo: la situación de los traba­jadores en la Argentina, Buenos Aires: CEAL, 1990.

(b) En Valencia, España, se demostró que hay un costo medio por estancia en hospitales de casi 400 dólares a causa de los accidentes de trabajo mediante el estudio de las siguientes variables de costo: estancias totales, número de in­tervenciones quirúrgicas según tipo de anestesia, local o general; minutos de ocupación de quirófano, minutos de ci­rujano y anestesista; pruebas de laboratorio como hematología, bioquímica y microbiología; diagnóstico por imáge­nes; sesiones de fisioterapia y rehabilitación; material protésico, transfusiones y medicamentos. Pérez Salinas I: Cos­to por proceso en accidentes de tráficoy laborales: MAPFRE MEDICINA. Madrid, 1997;8(3): 169-183.

(c) Xolórzano X: Evaluación económica de los accidentes de trabajo, incluye en los costos administrativos los incu­rridos por la seguridad social, los empleadores, las aseguradoras, el gobierno, los sindicatos y los abogados. En: Korn-blit AL. Ciencias Sociales y Medicina, Buenos Aires, Editorial de Instituto de Investigaciones de la Facultad de Cien­cias Sociales de la UBA 1994.

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marco teórico

La noción de condiciones de trabajo adopta­da incluye dos dimensiones. La primera, se re­fiere a las condiciones de trabajo en la empre­sa, e incluye los aspectos organizacionales, in-fraestructurales, asistenciales y sociales que inciden en el mantenimiento y desarrollo de potencialidades del trabajador y en la preser­vación y promoción de su bienestar integral. La segunda, se refiere a las condiciones de tra­bajo del puesto, e incluye los factores del am­biente físico, psicosocial y los aspectos de contenido y organización del trabajo que ac­túan sobre el trabajador, influyendo sobre las facultades intelectuales del sujeto(2>. Cabe re­saltar que entenderemos estas dos dimensiones asociadas al proceso del logro de fines como la productividad, la calidad y la competitividad que caracterizan a las exigencias del mercado,

En primer término, "este sector posee carac­terísticas específicas que lo diferencian de la industria en general, que es de producto, en se­rie, monótona, con alta productividad. La in­dustria de la construcción es por proyecto, fle­xible y autónoma con elevada fragmentación y reducida productividad. Es un sector producti­vo muy peculiar debido a que se realiza in si-tu, es una industria de proceso variable, tiene autonomía de gestión y producción por pro-yecto"'3'.

En segundo lugar, las formas de organiza­ción y gestión de esta rama se concentran ex­clusivamente en el producto estático (proyec­to) y no en el proceso de ejecución de carácter dinámico (logística); uso de tecnología, proce­dimientos de trabajo seguros y de calidad. Es­ta forma de gestión de la obra "del día a día" instituye el plazo como único objetivo.

Los instrumentos de trabajo que ofrecen ma­yores riesgos a los trabajadores de la Empresa A son las herramientas manuales y las eléctri­cas. Dentro de las primeras se encuentran: pa-

la, pico, maza y martillo y, dentro de las segun­das, sierra circular, mezcladora, amoladora, cortadora de mosaicos y ladrillos.

Los instrumentos de trabajo riesgosos para la Empresa B, son las mismas herramientas manuales ya mencionadas y otras de tipo eléc­tricas, como retroexcavadoras, tuneleras, per­forador manual; vibroapisonadores, compacta-dores, grúas móviles, amoladora, hidrolavado-ra, martillo hidráulico y minicargador"0.

Por tal motivo, es menester analizar la per­cepción del riesgo entre los actores sociales de una obra. Desde esta concepción del riesgo y entendiendo que "la manera en que reacciona­mos depende de la manera en que percibi­mos", la forma de actuar de un grupo social frente a los factores de riesgo se explica desde cómo lo percibe'4', lo categoriza y le otorga sentido.

metodología

La metodología utilizada en el estudio fue de) tipo cuali-cuantitativa, mediante el uso de instrumentos de la antropología, la sociología y el análisis del discurso.

El análisis de los documentos seleccionados, las consultas a las autoridades de salud y del gremio, y los datos bibliográficos reflejan que, en lo referente a la vinculación entre las condi­ciones y medio ambiente de trabajo y la salud en la construcción, desde el enfoque integral antes mencionado, no se ha realizado todavía ningún estudio en la ciudad de Rosario(c).

El relevamiento de este sector se apoyó, a ni­vel contextual, en datos secundarios (censos y encuestas de carácter provincial y municipal). No obstante, éstos son deficitarios, ya que las investigaciones citadas muestran las dificulta­des de estudiar un sector con alto porcentaje de trabajo en negro'5'.

(d) Sin embargo, sólo en la empresa B existen medidas precautorias con respecto al estado de cada una de ellas y con respecto a los comportamientos preventivos.

(e) A fin de limitar el problema, se realizó una búsqueda bibliográfica en las Facultades de Ingeniería, Arquitectura, Medicina, Ciencias Económicas, y la Unión Obrera de la Construcción, con escasos resultados.

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Las unidades de análisis son pocas, pero fueron seleccionadas por su riqueza teórica. Las conclusiones de esta investigación, al apoyar­se en estudios particulares, no son generaliza-bles linealmente para la rama ni para la zona, La investigación se llevó a cabo en dos estu­dios de caso: una empresa dedicada sólo a la construcción de edificios, denominada A; y otra, con una producción diversificada, que en adelante llamaremos B.

Las dificultades de ingreso a las dos obras fueron numerosas. En algunas empresas el ar­gumento era que podría acceder al obrador y al jefe de obra, pero era imposible contactarse con los trabajadores; en otras, el acercamiento sería probable siempre y cuando se eliminaran las preguntas referidas a sueldo, tipo de con­trato o beneficios sociales. Finalmente, nues­tro ingreso fue posible en dos empresas, a las cuales pertenecían un arquitecto y un ingenie­ro ligados por razones políticas y educaciona­les a instituciones con las que nos relaciona­mos por otras cuestiones.

Trabajamos con entrevistas semi-estructura­das de alrededor de 45 minutos de duración, destinadas al personal de la empresa y de la obra. Se realizaron treinta y tres entrevistas en la Empresa A y veintiséis en la Empresa B, que

incluyeron a: empresarios, jefe de recursos hu­manos, proyectistas, jefes de obra, ingenieros de Higiene y Seguridad, ART, empresarios de contratistas, encargado general de obra, capa­taces y trabajadores. •

La muestra de trabajadores estuvo compues­ta por 13 obreros de la Empresa A y 18 opera­rios de la Empresa B, repartidos en las siguien­tes categorías ocupacionales: 3 capataces, 8 al-bañiles, 2 albañil-carpintero, 2 yeseros, 1 sani-tarista, 1 camarista10, 1 colocador de vidrios, 1 colocador de alfombras, 1 tunelero(g), 1 ascen­sorista, 1 electricista, 2 cañistas01', 1 pañol, 1 trabajador con brea01, 2 maquinistas, 1 cajone­ro0', 2 veredistas"".

Dentro de las personas que se desempeñan en cargos de dirección y gestión se entrevista­ron a: 2 empresarios, 8 empresarios de subcon-tratistas, 2 proyectistas, 3 jefes de obra, 1 en­cargado general de obra, 2 ingenieros de higie­ne y seguridad y 1 técnico de prevención.

configuración del sector en el contexto de rosario

Mientras el Instituto de Estadísticas y Re-. gistros de la Industria de Ja Construcción

(f) Realiza el descenso de cámaras y la conexión en las bocas de registro. Esta tarea consiste en bajar la cámara, conectar los caños, y hacer la terminación en el cojinete (anudar y dejar todo a nivel). Además, implica el descenso de la tapa de la cámara de 50 kg.; dos veces a la semana. Generalmente son dos los trabajadores que realizan esta tarea. La tarea se realiza en un espacio extremadamente reducido, que tiene una altura de 1 metro; por lo que el trabajador adopta una "posición fetal". Asimismo, la tarea se cumple en un lugar oscuro, con humedad y sin ventilación ni aire, que le provoca sudoración extrema.

(g) Se dedica a realizar un túnel con la ayuda de la tunelera o a mano. En el primer caso, la postura es de pie y requiere un constante movimiento hacia adelante, a fin de hacer girar la punta de la tunelera (una especie de perforadora con mucho ruido).

(h) Opera frecuentemente con caños de 6 metros de 100 ó 200 de espesor, y a veces con aquellos de 3 m ó 2 m. Los

mismos están compuestos de cemento y asbesto/amianto, por lo que están expuestos a partículas de amianto. Son

cortados con la amoladora. Este obrero realiza el descenso de cámaras y la conexión en las bocas de registro.

(i) Este trabajador comienza la jornada laboral cargando los materiales de trabajo y prendiendo el fuego para derretir

la brea (sustancia cancerígena que es peligrosa en contacto con la piel y cuando es inhalada). En ese ámbito laboral;

la carga térmica es importante, incluso hasta un metro de distancia. En un primer momento, la posición es "de pie

encorvado", cuando limpia los bordes del hormigón de la calle con el compresor; y seguidamente es "en cuclillas",

cuando tiene que picar esos bordes antes de volcar la brea. Esta postura le provoca calambres en las piernas y dolores

en el brazo.

()) Traslada y ata los tablones, con el fin de conformar cajones destinados a contener la tierra proveniente de las zanjas

excavadas, la arena, las baldosas rotas, etc.

(k) Efectúan la reparación de veredas, mediante la preparación de hormigón y la colocación de mosaicos y/o baldosas

(previa señalización del área de trabajo). Es un trabajo en cuclillas realizado por una empresa contratista.

MEDICINA Y SOCIEDAD - Vol. 23 - N°3 -Julio - Septiembre 2000 - 151

(IERIC)1" contabiliza 8.500 entidades en el país, la gremial empresaria registra 560(6).

En Rosario existen 70 empresas de la cons­trucción de las 98 que tiene la provincia de Santa Fe(ll). Pero, si bien su propia cámara afir­ma que existe un 30% de obras no registra-das(m) en la ciudad, la reciente convocatoria de la Facultad de Arquitectura de Rosario nos permite constatar que dicha cifra es mayor'"1.

Las mismas optan por estrategias disímiles con el fin de ingresar al mercado de capitales como son las acciones de participación, la constitución de sociedades que no coticen en bolsa, las obligaciones negociables y la crea­ción de AFJP(7). Esas variaciones presentan di­ferencias según el tamaño de las mismas. Las grandes tienen un sistema burocrático comple­jo dotado de una estricta división del trabajo y jerarquización, criterios de selección y de estí­mulo del personal, capacitación y búsqueda de mayores niveles de calidad. Las pequeñas y medianas empresas o subcontratistas poseen una superposición de roles profesionales y em­presarios, baja frecuencia de innovaciones y mayores despidos181.

En este estudio pudimos confirmar aquellas constataciones relatadas en el párrafo anterior, debido a que la Empresa Atiene algunas carac­terísticas de las PYME; la Empresa B posee la modalidad de las grandes empresas del sector, y las subcontratistas de ambas empresas tienen mayor flexibilización.

Un reciente operativo de inspección de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo en la

ciudad de Rosario comprobó que un 70% de las empresas posee irregularidades notorias y de grave peligro como la constancia de inicio de obra, un plan de seguridad, el servicio de higiene y seguridad, la capacitación y vallados perimetrales en huecos y ascensores1'11.

LAS CARACTERÍSTICAS DE LAS EMPRESAS

La Empresa A posee 24 años en el mercado. Nació dedicada a la proyección de viviendas y ahora también se autofmancia y vende sus pro­pios productos. Cuenta con 10 personas en la oficina, distribuidas en: Presidente de la SA, Vicepresidente de la SA, Oficina Técnica (un ingeniero y cuatro arquitectos); Apoderada, Recepcionista; Área Contable. No cuenta con personal de Higiene y Seguridad.

Su personal en la obra asciende a 14 perso­nas. Se calcula que existe un personal variable en las obras y personal en negro, ya que en la actualidad se encuentra realizando seis obras de vivienda y está efectuando estudios de sue­lo en dos más. Dos de esas obras son ejecuta­das por un contratista.

Su proceso de trabajo incluye las siguientes etapas: la excavación, el cimiento, las estruc­turas, el acabado y las terminaciones (grifería, aberturas, amoblamiento). Las especialidades son: herrero, yesero, armador, ascensorista, colocador de vidrio, plomero, electricista, pin­tor, carpintero, etc.

Las condiciones de higiene y seguridad en obra son preocupantes, pues carece de un plan

(I) El IERIC es una entidad pública no estatal sin fines de lucro, creada con el fin de ofrecer variables de previsibili-dad por regiones y caracterizada por la gestión compartida entre gremios obreros y patronales y el gobierno, para man­tener empadronados a empresas y trabajadores, a fin de efectuar el aporte obligatorio al fondo del desempleo.

(II) Datos unificados del Registro Nacional de la Construcción, la Cámara Argentina de la Construcción; la Guía de Telecom y las Cooperativas de Trabajo dependientes del "Plan Trabajar', de la Secretaría de la Producción de la Mu­nicipalidad de Rosario.

(m) La Cámara Argentina de la Construcción (CAC) agrupa a las pequeñas y medianas empresas de la rama. Entre­vista realizada al representante Silibert de la CAC/Rosario, en 1997.

(n) Comparamos nuestro registro de empresas con el registro proveniente de la Facultad de Arquitectura y certifica­mos que el total de 70, se ampliaba a 110.

(ñ) Eran empresas dedicadas a la construcción de: edificios de propiedad horizontal, viviendas unifamiliares, amplia­ción de establecimiento escolar, grandes obras, contratistas y subcontratistas. Del total, sólo estaban registrados 316 trabajadores. Romero, Claudio; Jefe de Oficina de Inspección y Vigilancia de la Sec. de Estado de Trabajo de la Pro­vincia de Santa Fe. Memorando. Rosario, 19 de octubre de 1998.

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de seguridad y un servicio de higiene y seguri­dad que recorra las obras. Los obreros no tie­nen casco y zapatos de seguridad. Además, fal­tan los vallados perimetrales en huecos y as­censores. El trabajo en altura se realiza sin bandejas de protección móviles -a un piso de distancia del lugar de trabajo- y sin redes de caídas de personas. Lo que se hace habitual-mente es colocar una bandeja de protección en el primer piso y dejarla durante toda la obra. De esta forma, los operarios trabajan en el ter­cer o décimo piso y la bandeja está en el primer piso, careciendo del "rol de protección".

La Empresa B posee 20 años de permanencia en el mercado. Está conformada por un direc­torio, presidente, staff de asesores (contable, legal, de calidad y de higiene y seguridad), ad­ministración, suministro, oficina técnica y obras. El personal de la empresa en la oficina está conformado por un total de 30 personas, y el de las obras asciende a un total jornal izado de 192 trabajadores en el mes de octubre, en tanto que en julio de este año eran 250<0), distri­buidos en tres áreas: Suministros, Oficina Téc­nica y Administración.

En el área de suministros existe un responsa­ble de suministros, una auxiliar de compras, un auxiliar de suministros y un encargado de de­pósito. En el área de administración existe un encargado de personal, un encargado de depó­sito. En la oficina técnica existe: responsable de ingeniería y responsable de arquitectura, de licitación y certificaciones, auxiliar oficina técnica y dibujante técnico.

Tiene un Servicio Externo de Higiene y Segu­ridad, que destina un personal técnico dos días

semanales en obra; que puede paralizar e! traba­jo cuando existan condiciones inseguras, pero que a nivel administrativo debe adecuarse a las exigencias de "calidad total" de la empresa.

A principios del año 1998 se encontraban en ejecución siete obras. Las mismas son: Cloacas Zona Norte, Edificio Parque Norte; P. Esperan­za, Litoral Gas, E. Salta, Complejo Village Ci­nema y BLC. Sin embargo, en el mes de octu­bre, comienza a ejecutarse una cuarta obra en la ciudad de Catamarca.

La obra estudiada en esta empresa, es la de instalación de cañerías nuevas para el servicio de agua potable. Su proceso de trabajo incluye las siguientes etapas: perforación, zanjeo (de 2,5 m y de 7 m), realización de túneles, instalación de cañerías, tapada y compactación; realización de boca de registro y limpieza de las calles.

Mediante la planificación conjunta del servi­cio de Higiene y Seguridad extemo y la jefatu­ra de obra se intenta que las etapas del proceso productivo estén sujetas a todas las normas de higiene y seguridad. Por eso, la empresa ha im-plementado los siguientes "procedimientos de obra": excavación a cielo abierto; corte y colo­cación de caños; tapada y compactación; insta­lación de equipo forzador axial en zanja pro­funda; bajada de caños de 0,800 mts; trabajo en proximidad a red subterránea de media ten­sión; señalización en trabajos en ambientes ce­rrados, excavaciones, trabajos en la vía públi­ca, apertura de cámaras subterráneas, trabajos de sondeo en vereda y trabajos con máquinas pesadas y/o camiones'"1. Estos procedimientos de trabajo están publicados en un "manual" al que tuvimos acceso(q). Existen cuatro baños

(o) En las obras existe un total jornaiizado de 192 trabajadores en el mes de octubre, en tanto que en julio de este año eran 250. En la oficina (Recursos Humanos) manifestaron que es imposible calcular el personal estable y el variable porque: "Hubo un año que en cloacas zona norte tuvimos que despedir mucha gente, durante casi 8 meses no se tra­bajó y después salimos a tomar gente".

(p) Señalizan el área de trabajo con cintas, conos, mallas y carteles. Cuando pueden producirse inconvenientes con los peatones o vehículos se corta la calle.

(q) Se lo solicité al Jefe de obra y accedió. En él se transcriben normas para el uso de herramientas para trabajar la madera (sierra circular, máquina cepilladora y sierra sin fin), herramientas neumáticas, de accionamiento manual y mecánicas portátiles, herramientas eléctricas (amoladora).

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químicos para 120 obreros distribuidos en 10 cuadras. Todo el personal tiene casco y zapatos de seguridad1'1.

EL PERFIL DE LOS TRABAJADORES DE OBRA

Para comprender el perfil de los trabajadores en la rama es preciso analizar su grado de es­colaridad y su carácter migrante. En primer lu­gar, en el país existe una alta concentración de ocupación con niveles de instrucción por deba­jo del secundario completo, que llega al 84% de los obreros censados'9'. El grado de instruc­ción de los obreros es un enorme freno en la capacitación técnica y/o preventiva; tanto si se basa en material escrito, como si se extiende a explicaciones orales. Esta situación se repite en los distintos contextos laborales.

Al comparar ambas empresas pudimos veri­ficar que existen diferencias en la composición de la mano de obra. Mientras la Empresa A po­see un 80% de obreros con primaria incomple­ta, la Empresa B tiene un 40% de operarios con ese nivel de escolaridad. Además, en la Empre­sa A, sólo el 10% de los obreros completó la primaria, mientras que el 59% de la Empresa B finalizó dicho ciclo.

En segundo lugar, el sector absorbe numero­sos migrantes limítrofes y nativos; según estu­dios realizados por el sector sindical1"". Por un lado, la Empresa A alberga un 60% de migran­tes nativos y un 25% de migrantes limítrofes. Por otro lado, la Empresa B sólo tiene migran­tes nativos provenientes del Chaco y (36%) de Corrientes (15 %)(s).

Como ha sido convalidado en otros estudios, en algunos casos se establece un trato diferen­cial con los migrantes, como cuando el capataz de la Empresa A nos dice: "Veníy habla con-

migo, nada más, no tenes que hablar con to­dos... no piensan... creen que esto es un jue­go... y a algunos no los entendés, hablan otro idioma, son correntinos... "(". Por otra parte, el encargado de la Empresa B declara: "...no sé si podes decidir sola a quién encuestas; por­que ellos no hablan..., si le preguntas algo a X tenes que traerte un diccionario chaque-ño... "M.

las condiciones de trabajo de la construcción

precariedad y empleo en negro

La incidencia del empleo no registrado en la construcción duplica las proporciones del no registro en el empleo total"".

En el caso de la construcción de Rosario, el empleo no registrado alcanza al 70% de los operarios"2', lo que significa que no están sin-dicalizados ni aportan a la obra social de la construcción. Estos trabajadores carecen de al­guna de estas características: "ser de tiempo completo, para un solo e identificable emplea­dor, por tiempo indeterminado, realizado en el domicilio del empleador, generalmente prote­gido por la legislación laboral y la seguridad social..."113'.

A la situación del empleo en negro se le su­ma otro dato contundente: "del total de los asa­lariados de Rosario el 60,5% no recibe ningún beneficio social""4'.

En la Empresa A predomina el empleo en ne­gro. Esto lo pudimos corroborar en dos oportu­nidades: al inicio de la investigación y al mo­mento del reingreso a obra. En el inicio de la investigación tuvimos acceso a los datos per­sonales de 33 trabajadores, aunque los mismos no coincidieron con los exámenes preocupa-

(r) Los operarios que utilizaban la apisonadora, la tunelera y la excavadora poseen protector auditivo. Los operarios que trabajan en la zanja y con brea poseen gafas protectoras diferenciadas. Este último posee mangas y delantal pro­tector.

(s) Los otros operarios pertenecen a Santiago del Estero, Córdoba, Misiones, Formosa, Catamarca, Entre Ríos, Tucu-mán y Formosa.

(t) Este oficial albañi!, de 57 años de edad y 2 años de antigüedad en la empresa, fue entrevistado en agosto de 1995. (u) El encargado de obras, de 32 años de edad y 3 años de antigüedad en la empresa, es maestro mayor de obra y cur­so de postgrado en obras viales. Fue entrevistado el 23 de julio de 1998.

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especial. Gerencia Legal y Técnica: Departamento de Estudios y Estadísticas; Buenos Aires; 23 de junio 1998.

21. Fetcomar - CC.OO. Investigación de fatiga horaria y accidentalidad en Bilbao. Salud y Trabajo. Madrid, España; 1996. Na 113:56.

22. INSHT. Consejos de Seguridad: construcción y obras públicas. Informe de expertos del Instituto Na­cional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, Minis­terio de Trabajo y Seguridad Social de España, Ma­drid; INSHT; 1982.

23. Ramos S. Percepción de lo mórbido y uso del cuer­po. Módulo de Medicina y Sociedad: Primer ciclo. Facultad de Ciencias Médicas/UNR, Rosario, 1998.

24. Videla M. Prevención: intervención psicológica en salud comunitaria, Buenos Aires: Ediciones Cinco, 1991.

25. ídem.

26. OIT. Seguridad y salud en ¡a construcción. Informe de un Comité de 21 expertos, distribuidos 7 con e! grupo gubernamental, 7 con el grupo de los emplea­dores, 7 de los trabajadores. Ninguno pertenece a la Argentina. OIT. Repertorio de recomendaciones prácticas de la OIT, 1992.

27. Cortina A. Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciudadanía (Cap. 3): Madrid: Alianza, 1997.

28. Grimberg M. Saber médico, saber obrero y salud: los trabajadores gráficos. Cuadernos Médico Sociales. Rosario. Año 1988,45:3-16.

29. OPS. Zlatkes J. Representante de la Cámara de Em­presas Médico-Laborales de la República Argentina (CEMLARA), Red Salud de los Trabajadores de La­tinoamérica y el Caribe. Internet. 8 de setiembre de 1999.

congresos

Llamado para la presentación de trabajos. 18a Conferencia Internacional de ISQua (International Conference for Quality in Health Care ) 2-5 de octubre de 2001 y 1cr Encuentro para América La­tina y el Caribe sobre Calidad en Atención de la Salud de AFCAS (Asociación para el Fomento de la Calidad de Atención de la Salud) 1-2 de octubre de 2001, Buenos Aires.

El 22 de diciembre de 2000 vence el plazo para la presentación de propuestas de talleres y el 19 de febrero de 2001 para la de resúmenes de trabajos sobre las siguientes vertientes programáticas: Midiendo el desempeño de la atención médica; Participación de los consumidores; Reducción de los errores y mejoramiento de la seguridad; Experiencia en el mejoramiento de la calidad.

El Comité de Planificación y Programación está integrado por Hugo Arce, AFCAS, Presiden­te de la Conferencia; Dante Grana, AFCAS Argentina; Lluis Boñigas, ISQua, España; Austin Leahy, Presidente de la Conferencia ISQua 2000, ISQFI, Irlanda; Camilo Marracino, AFCAS, Argentina; Lee Tregloan, Directora Ejecutiva de ISQua. Los miembros de ISQua y AFCAS se­rán consultados durante la preparación del programa. Un panel internacional de referencia de IS­Qua asesorará sobre la selección de trabajos y posters. AFCAS reúne a representantes de: Insti­tuto Técnico para la Acreditación de Establecimientos de Salud ( ITAES); Consejo de Certifica­ción de Profesionales Médicos (CCPM), patrocinado por ¡a Academia Nacional de Medicina; Sociedad Argentina de Auditoría Médica (SADAM); Medicina y Sociedad (publicaciones edu­cativas y editorial en Salud Pública); Fundación Avedis Donabedian (FAD) de Argentina; Cen­tro Interdisciplinario Universitario para la Salud (CINUS) de la Universidad Nacional de La Pla­ta y Fundación FEMEBA.

Informes en AFCAS, Córdoba 1827 - 81/4 C/D- (1120) Buenos Aires, Argentina; Tel/Fax (54-11) 4814-0615 ó (54-11) 4814-0838. E-mail: itaes@pccp.com.ar